jueves, 23 de julio de 2009

HUAROS EN SU INICIO

Nuestra asociación Caminos de Herradura, en su afán por ser lo más exactos posibles en todo lo que digamos sobre Huaros y dada nuestra amistad con la Geógrafa Bertha Balbin Ordaya, que además acaba de ser nombrada Presidenta de Honor de esta entidad, nos obliga a ser muy rigurosos y lo más veraces posibles en toda la información que aquí coloquemos, por ello incluiremos solo información debidamente contrastada o de autores con prestigio reconocido, es por ello que empezaremos con un texto del trabajo de campo realizado en Huaros por el arqueólogo Carlos FARFÁN LOBATON y que empieza así:




Este pueblo se formó a partir de los antiguos poblados de Huishco y Aynas. Estos dos establecimientos coexistieron durante el Intermedio Tardío (siglos XIe y XIIe d.C.) y funcionaban como dos entidades complementarias en cuanto a la gestión de su economía.



Esta complementariedad generó una organizacion dual que perduró hasta la llegada de los españoles y más allá, generando dos barrios: Huaroslao para los que eran de Huishco y Huanarpun para los que eran de Aynas.





HUISHCO Y AYNAS ÑAUPALLACTAS DE HUAROS (ÉPOCA PREHISPÁNICA)
Huishco y Aynas son los pueblos viejos de Huaros; se remontan a la época pre- inca y coexistieron cronológicamente funcionando como dos entidades complementarias en el manejo de su economía y en el control territorial de la margen derecha del río Chillón. Aynas tenía dominios hacia las zonas de la cordillera de La Viuda con grandes áreas de pastizales (margen derecha de Culluhuay) y una parte de los terrenos para cultivo en tierras más bajas. De igual manera, Huishco controlaba parte de las punas (cuencas del Llamecoto y Auquichani) con ganadería y tierras de cultivo en terrazas controladas por riego en los terrenos del actual Huaros.
Durante el Período Intermedio Tardío (siglos XI al XV), Aynas parece haber adquirido un rol muy importante de control y nexo con pueblos de la margen izquierda (Cushpa, Carcas, Cantamarca), mientras que Huishco mantenía relación con los poblados de zonas mas bajas de Huacosmarca, Pumacoto, Auquimarca y Tauripuncu de la margen derecha.



La geografa y amiga Bertha Balbin

Entre Huishco y Aynas, se puede notar diferencias en el tamaño del asentamiento, siendo Aynas el de mayor extensión . En lo que respecta al patrón arquitectónico en Huishco, es posible encontrar pilastras troncocónicas como elementos de soporte, mientras que en Aynas es usual la columna central del tipo Cantamarca. Esto explicaría, en cierto modo, una relación cultural mas cercana con la margen izquierda (Farfán, 1995). De otro lado, Aynas se caracteriza por ser un asentamiento concentrado con una organización racional del espacio, diferente al de Huishco que tiende a ser dispersa con áreas de influencia externa provenientes posiblemente de los Atavillos Altos. Este sitio ocupa una cresta rocosa sobre la cual edificaron y acondicionaron sus construcciones . Básicamente son formas arquitectónicas que adoptan bases ovaladas y rectangulares con esquinas curvas . Estos últimos edificios poseen aleros y cornisas de mayor longitud semejantes a los de Chiprac y Rupac en la cuenca del Chancay (Farfán, 1995); pero en ambos casos los incas impusieron modificación y/o remodelación de los espacios arquitectónicos, así como de los sistemas constructivos propios y adecuaron a nuevos usos los ya existentes.



A la llegada de los españoles se implantaron las reducciones aplicadas por Francisco de Toledo (1570). Con este acto se reubicó a las antiguas poblaciones establecidas generalmente en las cumbres altas, hacia zonas más bajas, lo que originó un cambio súbito de lugar de los pueblos prehispánicos, trastocando de este modo las costumbres y tradiciones ligadas a sus antiguos pueblos, huacas, pacarinas; a sus tumbas y mallquis. De manera que los pobladores de Aynas y Huishco fueron arrancados de sus espacios originarios y reubicados en lo que hoy es el poblado de Huaros. Pero aún así, no llegó a afectar sus tradiciones, costumbres y pensamientos, razón por la cual “mantuvieron sus mismas organizaciones étnicas, conformando los barrios de Huaroslao para los provenientes de Huishco y Huanarpun para los provenientes de Aynas“ (Farfán, 1993).



Frutos y flores de las que podemos ver en la zona




De este modo, en la actualidad aún conservan su identidad original, de la cual quedan pocas referencias. Por esta razón, en el pensamiento del huarosino, persiste la idea de su origen según el barrio donde se ubiquen. Hay testimonios que precisan los límites hasta dónde se extendieron los territorios de los aynas y los huishco. Don Agustín Reyes Arsenio, huarosino de 71 años, nos dijo que cuando él era joven escuchaba decir a sus padres que la divisoria de las tierras de Aynas y Huishco era la quebrada de Patacura o Huanchanpucro, que es un límite natural . Las tierras de Aynas se llamaban Hatunpucro-Huanarpun y las de Huishco, Hatunpucro-Huaros.


Actualmente esta denominación se viene perdiendo debido a factores externos y a las alianzas matrimoniales que han generado vínculos de parentesco, dando lugar al acceso a tierras de uno y otro barrio. Como podemos notar, es muy fácil diferenciar la denominación espacial de los linderos territoriales con nombres que aún se conservan cuando se refieren al poblado (Huaroslao o Huanarpun) o cuando se refieren al territorio o jurisdicción (Hatun Pucru Huaros o Hatun Pucru Huanarpun). Esta diferenciación puede estar indicándonos la connotación de origen y dominios que se mantuvieron incluso después de la ocupación inca y las reducciones hechas por los españoles que derivó en la bipartición del espacio en el actual Huaros. Sin embargo, debemos tomar en cuenta también que podría estar formando parte de una división complementaria Anan y Urin en base a un criterio hidráulico (Valderrama & Escalante, 1988: 216).



Durante nuestras investigaciones arqueológicas y etnográficas en la cuenca alta del Chillón hemos encontrado abundante información que explica la continuidad cultural basada en creencias, tradiciones orales y tecnología ancestral relacionada con el riego y control del agua bajo esquemas simbólicos que perduran hasta la actualidad, pero que inexorablemente están condenados a desaparecer conforme avanzan la modernidad y la tecnología.
Nuestro propósito, es intentar explicar algunos elementos simbólicos en torno a los mitos y creencias mágico-religiosas en relación con el agua, las mismas que están vinculadas a la circulación del agua y el origen del pueblo de Huaros.
En primer término nos referiremos a un concepto muy importante dentro de la cosmología andina en relación con el agua y los mitos de origen. Uno de ellos, se refiere a la idea de que los lagos son el origen de otras fuentes y que sus aguas provienen del mar (Sherbondy,1982: 3). La relación lago-mar, en el área andina, tiene una connotación de dualidad dentro de términos espaciales cuando se refiere a las fuentes hidrológicas de la costa y sierra. Consecuentemente se denominan “las aguas de arriba” y “las aguas de abajo”; pero lo fundamental dentro de esta dicotomía es la relación madre-hija, siendo el mar la Madre (mamacocha) y los lagos y lagunas las hijas (cochas), lo que explicaría implícitamente que el agua de los lagos proviene del mar. Polo de Ondegardo nos señala lo siguiente:
“Item, sacrificavan u ofrecían conchas de la mar que llamaban mollo. Y ofrecían a las fuentes y manantiales, diziendo que las cochas eran hijas de la mar, madre de todas las aguas”(Polo, 1917[1571]).



Laguna de Yanauya

A este respecto hemos recogido datos de campo en las comunidades campesinas del alto Chillón. El comunero Don Agustín Reyes Arsenio, nos dijo:
“Había un señor que era huishito (viejito), yo recuerdo todavía, le mandaban a la laguna de Yanauya bien enflorado, bien despachado, en la madrugada a hondear la laguna, y llegaba como a las 2 ó 3 de la tarde, yo estaba chico, y decían ¡ya llegó taita Joshe!, ya esta llegando la lluvia. Entre el sol y la lluvia sabía estar llegando.”


Camino hacia la laguna

Otro informante del mismo poblado, Don Eduardo León Soto de 78 años, al referirse al mismo problema, nos señala que el agua que se traía del mar en cántaros, se derramaba en parte sobre la torre de la iglesia mediante rituales de invocación a la fe católica y lo que quedaba se enviaba para la laguna de Turuman cerca de la cordillera de la Viuda donde dicen que:
“... de esta laguna salen las nubes. Esta agua es llevada por una persona algo inválida, que no tenga uno de los brazos o este tullido para hondear la laguna hacia las nubes dando gritos ¡Que llueva señor!.. ¡Que llueva señor! En esta ceremonia acompaña también, un mellizo con un padrino quien es el que le baña en la laguna. Este niño tiene que pedir a gritos que caiga la lluvia mirando al cielo.”
Esta última versión es casi similar a la anterior aunque aparecen tres personajes en este ritual: el tullido o inválido, el mellizo y el padrino. Además, se nombran lagunas distintas en ambas versiones (Yanauya y Turuman).



Podríamos seguir ampliando información pero creemos que es mucho mejor que sean USTEDES MISMOS LOS QUE VISITEN el enlace de don Carlos Farfan.
http://www.ifeanet.org/publicaciones/boletines/31(1)/115.pdf

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